Fecha: 24 de julio de 2025
Redacción Venezuela Exterior
Vigo — Hoy Venezuela conmemora el 242° aniversario del natalicio de Simón Bolívar, el Libertador de cinco naciones, el estratega político y militar que consagró su vida a liberar al continente del yugo colonial. Pero en este nuevo aniversario, la fecha no llega con aires de celebración, sino con un grito ahogado entre la nostalgia, la represión y la diáspora. La patria de Bolívar está más enferma que nunca.

«Cuando la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho.»
Mientras el oficialismo realiza actos protocolares exaltando su imagen —muchas veces manipulada con fines políticos—, millones de venezolanos dentro y fuera del país recuerdan al verdadero Bolívar: el hombre que soñó con una América unida y libre, un país de ciudadanos, no de súbditos.
Hoy, su natalicio no encuentra una nación libre ni digna de su legado. La censura, la persecución política, el colapso institucional y la desesperanza continúan siendo la realidad cotidiana de un pueblo que ha visto cómo su democracia se desdibuja con cada nuevo decreto, con cada sentencia judicial amañada, con cada exilio forzado.
La lucha por la libertad, esa que Bolívar defendió con espada, palabra y sacrificio, sigue inconclusa. Los ideales bolivarianos han sido secuestrados y utilizados como bandera por un régimen que persigue a quien disiente, encarcela a la juventud rebelde, y silencia a la prensa libre. Hoy, quienes recuerdan al Libertador lo hacen desde el exilio, desde la prisión o desde el silencio impuesto por el miedo.
«El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política.»
Y sin embargo, Bolívar sigue vivo en el corazón de quienes no renuncian al país posible. En cada estudiante que protesta, en cada periodista que informa desde la clandestinidad o el exterior, en cada venezolano que se levanta con esperanza aunque la patria parezca derrumbarse.
Este 24 de julio, la mejor manera de honrar al Libertador no es repetir su nombre como consigna vacía, sino retomar su causa: la lucha por una Venezuela verdaderamente libre.
«Moral y luces son nuestras primeras necesidades», decía Bolívar.
Hoy más que nunca, esa frase retumba como advertencia y como llamado.
